Reseña: Morir no es lo que más duele - Inés Plana

                                                        

Título: Morir no es lo que más duele

Autor: Inés Plana

Editorial: Espasa

Nº de páginas: 448

Un hombre aparece ahorcado en un pinar a las afueras de Madrid, con los ojos arrancados de cuajo. En uno de sus bolsillos se halla un misterioso papel con el nombre y la dirección de una mujer: Sara Azcárraga, que vive a pocos kilómetros del escenario del crimen. Frágil, solitaria, bebedora de vodka en soledad, Sara rehúye cualquier contacto con los humanos y trabaja
desde casa. El teniente de la Guardia Civil Julián Tresser se hace cargo del caso, asistido por el joven cabo Coira, que se enfrenta por vez primera a una investigación criminal, una investigación difícil, sin apenas pistas, con demasiados enigmas. A medida que el teniente Tresser avance en sus indagaciones, descubrirá unos hechos que darán un trágico vuelco a su existencia y le conducirán a un viaje a los infiernos que marcará su vida para siempre.

La novela comienza con la aparición del cadáver de un hombre ahorcado, con los ojos arrancados y en uno de sus bolsillos del pantalón aparece un papel con el nombre de Sara Azcarrága y su dirección.
Sara Azcárraga es una mujer que vive sola, no se relaciona prácticamente con nadie y trabaja como correctora desde su casa.
El teniente de la guardia civil Julián Tresser, será el encargado de resolver el caso junto con el cabo Guillermo Coira, un joven que no tiene experiencia.

Morir no es lo que más duele está narrada en tercera persona desde la perspectiva de varios personajes. Comenzamos con Sara, le sigue Tresser, Coira y Gastón. En la narración, se intercala el presente y el pasado, todo ello tiene sentido y poco a poco iremos uniendo las piezas.
Es una lectura que a pesar de ser un poco lenta en algunas partes, engancha a sus páginas llenas de intriga y con unos giros sorprendentes. El libro no tiene muchos capítulos, pero sí que son bastante largos, rondan las 20 y 30 páginas y a mí que me gustan los capítulos cortos se me hacían un tanto interminables.

En cuanto a los personajes, me ha gustado. Muy bien descritos tanto física como psicológicamente. Cada uno de ellos tiene su historia.
Julián Tresser, un hombre solo y divorciado. Su padre murió hace años y la relación con su madre no es muy buena. A medida que avanza la investigación su vida personal se verá implicada en el caso y por ello volveremos al pasado. Un pasado en el que Julián tiene recuerdos que nada se asemejan con la realidad.
Guillermo Coira, apenas tiene experiencia y cometerá varios errores a lo largo de la investigación.  Aunque pondrá todo su empeño para hacerlo lo mejor posible.
Sara Azcárraga, una mujer que no se relaciona con nadie y que pasa sus horas enfrente de su ordenador trabajando como correctora de estilo. Su padre murió y su madre se encuentra en una residencia, ya que padece Alzheimer. Su nombre aparece escrito en el papel que ha sido encontrado en uno de los bolsillos del hombre ahorcado y que según ella no conoce de nada.

A lo largo de la novela nos encontraremos muchos más personajes, con muchas subtramas y que algunas de ellas se quedan sin terminar. Me hubiera gustado un epílogo en el que quedara todo cerrado. Animo a la autora a escribir una segunda parte y que cierre las tramas que han quedado en el aire.

Es un libro que gracias a sus giros argumentales nos mantiene pegados a sus páginas y consigue meternos de lleno en la historia. La pluma de la autora me ha gustado mucho. Los diálogos son muy ágiles y las descripciones correctas.

En resumen, Morir no es lo que más duele es una historia muy bien narrada, con unos personajes perfectamente perfilados y unos giros emocionantes. Si os gusta este tipo de novelas, os animo a leerla.