Reseña: La chica del tren

                                                    


                                                    Título: La chica del tren
                                  Autor: Paula Hawkins
                                  Editorial: Planeta
                                  Nº de páginas: 496

¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso? Rachel, sí.

Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas? y la misma parada en la señal roja.

Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?

Tú no la conoces. Ella a ti, sí.

La novela nos cuenta, principalmente, la historia de Rachel, una mujer alcohólica sin trabajo e intentando recuperarse de una relación fallida.
Su vida se limita a coger cada mañana el tren de las 8:04. Cada mañana Rachel desde su asiento ve la casa donde vivió junto a su ex-Tom, que ahora la comparte con otra mujer y su hija, también observa la casa de una pareja a la que en su imaginación se inventa unos nombres y una vida perfecta.
Pero una mañana ve algo raro en esa casa y se percata de que esa pareja para nada era como la imaginaba. Al descubrir que esa chica desaparece, Rachel intentará investigar que ha pasado con esa chica.

He de decir que al principio me costó un poco adentrarme en la historia, ya que al comienzo no sucede nada relevante y de repente aparecen otras dos voces femeninas a la narración, con sus respectivos saltos temporales, idas y venidas de días, me sentí un poco perdida.
La historia está narrada a tres voces: Rachel, Megan y Anna, quienes se irán alternando a lo largo de las páginas.
Narrado de una forma sencilla, una novela llena de misterio, celos, amor.
Una vez pasadas las primeras sesenta páginas conseguí adentrarme y engancharme a la historia.
Es un libro que se lee rápido y que la autora ha sabido generar la necesidad de saber la verdad en todo momento.

Los personajes están bien creados, aunque no he llegado a conectar del todo con ellos.
Rachel: Fue un personaje bastante irritable y sin apenas amigos. A causa del alcolismo hacía actos que daban pena, se ha pasado todo el libro bebiendo y bebiendo más, una persona que se quejaba, pero que no hacía nada por cambiar.
Megan: No se encuentra del todo a gusto con la vida que tiene.
Con ella arrastra un sentimiento de culpa del pasado.
Anna: Creo que ha sido la peor que me ha caído, me ha tenido todo el libro con un estrés, una persona un tanto egoísta, solo pensaba en ella y su hija de que nadie les hiciera nada malo.

Una lectura, que me ha entretenido y ha estado bien, pero quizá lo empecé con unas expectativas demasiadas altas.